¡Coño!

29 noviembre, 2019 Comentarios desactivados en ¡Coño!

A Serenella Rosas

He visto morir gente de un cáncer
He visto morir gente a consecuencia de diabetes
He visto morir gente por las enfermedades oportunistas del sida
He visto morir gente de infartos
He visto morir gente de vieja
He visto morir gente por suicidio
He visto morir recién nacidos

Mi padre murió de enfermedad renal
Mi madre murió de un cáncer fulminante

A un bodeguero de la esquina, en La Parroquia, lo mataron a machetazos para robarlo
Mi mejor amigo de infancia murió al caer de una platabanda por accidente
Mi primo murió en accidente de carretera junto a su esposa embarazada
Mi sobrino murió ahogado
Mi hermana murió a consecuencia de las secuelas de las drogas
A un amigo lo mataron a puñaladas para robarlo

Varias amigas han luchado contra el cáncer y han perdido.

Han sido muertes dolorosas, que desgarran
pero algo consuela saber que, efectivamente, eran inevitables.

A la muerte la conozco desde niño
La gente muere porque está viva
Vivimos para morir
Ley natural
La muerte es un hecho natural
Todos vamos a morir

Pero cuando una persona muere porque en el hospital no hay como hacerle exámenes
Porque no consigue su medicamento para la tensión
Porque no tiene dinero para comprar el antihipertensivo
Porque está desnutrido, por inanición
Porque no hay tratamientos en el país para el cáncer
Porque no hay antirretrovirales
Porque no hay agua para hacer diálisis
Porque un carro se voltea en vías sin mantenimiento
Porque es atropellado al no verla en una calle donde no encienden las farolas
Porque la policía o la guardia nacional le disparan una metra o un trozo de cabilla al pecho o la cabeza
Porque la matan por protestar
Porque muere a manos de delincuentes que fueron armados por el régimen como milicianos
Porque se electrocuta o muere por el impacto de la explosión, queriendo hacer funcionar la bomba de agua, luego de un apagón

Esas muertes eran evitables
Esas muertes no son normales
Esas muertes no son naturales
Esas personas no murieron; las mataron
Las asesinaron

A esas personas las mataron quienes debían garantizarles la vida

Entonces al dolor, al luto, a la sensación de ser tan prescindibles, tan temporales,
A las preguntas a Dios sin respuestas
le sumamos la rabia, la ira, la impotencia
y nos quedan sólo más preguntas al mundo

¿Cómo carajo conseguimos vivir sabiendo que pasan estas cosas?, se pregunta Martín Caparrós ante la hambruna

¿Cómo carajo el mundo permite que esto siga pasando?
¿Cómo podemos mirar a otro lado o simplemente no mirar?, me pregunto yo

No es una película. No es una noticia más. Son miles de personas que están muriendo en Venezuela asesinadas con las múltiples formas de matar que ha pergeñado el régimen.

Este balbuceo, este desgarramiento,
Esta lágrima
No es un ¡Ay!
Es un ¡Coño!

Golcar Rojas
Madrid, noviembre de 2019

Etiquetado:, ,

Los comentarios están cerrados.

¿Qué es esto?

Actualmente estás leyendo ¡Coño! en P(u)ateando la vida. Otro blog de Golcar.

Meta